Ya ha pasado una semana. ¿Qué es lo que he hecho? Resúmenes, estudiar, no ver la luz del sol... Y todo esto, ¿para qué? Para que en el examen de hoy haya fallado. Sí, otra vez. Me he distraido por un momento y aunque he intentado aislarme no lo he conseguido a tiempo. Algunas palabras han desaparecido de mi cabeza, como si una aspiradora las hubiese absorbido. Pastillas para la memoria... Si, un compañero de clase las toma... Y por lo visto también lo hacen unos cuantos más. ¿Funcionarán o servirán tan sólo para darte confianza? No lo sé la verdad, aunque no estaría de más tener un bote en caso de necesidad. (Risas)
Pero la razón por la que me puesto a escribir no es esta, sino porque parece que todas las preguntas que existen yo contesto con un "no lo sé".
¿Quieres ...? ¿Te gusta ...? ¿Entiendes ...? No lo sé.
No sé qué estoy haciendo con mi vida. ¿Qué espero? ¿A qué aspiro? Se supone que estoy en el bachiller tecnológico porque quiero hacer arquitectura. Me gusta. Es la única pregunta a la que puedo contestar. Sin embargo, viendo como está la situación actual, no sé si merece la pena gastar seis o siete años de mi vida estudiando una carrera para la que después no vaya a tener trabajo. Yo no estoy en esto para hacerme rica con las estafas mobiliarias, como tantas veces se ha visto en la televisión. No, si sólo me interesase ganar dinero, entonces estudiaría economía, derecho o empresariales. A mi me gusta la arquitectura por el arte, porque se puede utilizar como un medio para expresarse. Odio esos edificios cuadrados, todos iguales, que sólo se diferencian por el color de los ladrillos y el número de pisos (sí, me refiero a los nuestros, en los que vivimos); me gustan los edificios del centro de Madrid, todos distintos y con mill detalles. Me gusta pasear por la calles y mirar hacia arriba para descubrir nuevos elementos que antes no había visto.
Otro de los obstáculos que me frena a estudiar arquitectura es la nota de corte. Es bastante alta y no sé si llegaré a superarla.
Además, hay muchísimas otras carreras, y si quiero que me sirvan los conocimientos de ciencias, siempre puedo hacer una ingeniería. Las hay para todos los gustos, pero de las que más me llaman la atención (aeroespacial y aeronaútica) también las notas de corte son altas. Otra opción es hacer telecomunicaciones, que hoy en día la veo con muchas salidas, pero no sé si me iba a gustar. Es todo demasiado técnico y, aunque me gusta entender la electrónica, me cuesta bastante.
Y todavía tengo más donde elegir. Desde pequeña me ha gustado la Historia. Sí, es un poco extraño; estoy en ciencias y resulta que se me dan mejor las letras. Ya, es que soy así, soy capaz de llevarme la contraria hasta a mí misma. Si estudiase Historia, no creo que tuviera muchos problemas para encontrar trabajo después. En ese campo parece que la situación económica actual no se ha hecho muy patente. Aunque sinceramente, no sé cual es el trabajo real de un historiador. Conozco a algunos que han terminado trabajando en empresas, que no tenían nada que ver con la Historia, o en bancos. Otra opción es ser profesor: estresarte con las oposiciones y conseguir una plaza en un instituto, difícil en Madrid.
Por último, no me puedo olvidar de Bellas Artes. Me encanta dibujar desde que tengo memoria. Sabía hacer casas y personas con todo detalle mucho antes de escribir, e incluso gané algunos concursos de dibujo. Al igual que la arquitectura, la pintura es otro medio de expresión. También me gusta la fotografía, aunque éste es un hallazgo reciente. Si de pintura me falta muchísimo por aprender, de fotografía aún más.
En fin... Estas son mis reflexiones sobre los estudios. No sé qué hacer.
Pero las dudas no terminan aquí, oh no, eso sería demasiado fácil y a mí me gustan los retos. En los otros planos de mi vida tampoco sé que hacer. Lo complicado se podría arreglar con unas simples palabras, y lo fácil cada vez se hace más grande. No lo entiendo. Si sigo escribiendo voy a terminar hablando sobre la sinrazón de la existencia, como la Generación del 98.
"El pesimismo y la falta de fe en el racionalismo deriva en la angustia existencial".
Qué sencillo sería permancer ignorantes de todo y vivir como lo hace el resto de la naturaleza; sin preocupaciones, sin emociones, sin sentimientos... Aurea mediocritas. Para los que no tienen ideas es posible ser feliz. Cuidado, amigo, si las tienes y piensas demasiado.
No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana, y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería... Son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos.
El club de los poetas muertos
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Intenta no estancarte aquí. A mí me pasa lo mismo, pero tenemos que salir, ¿no?
ResponderEliminarEn cuanto a qué estudiar, ve a hablar con Victor, puede que te ayude. Además, en Aula podrás preguntar.
Y sí, teleco es muy técnico, pero así es el mundo, contradictorio. Que para comunicarte tengas que crear algo milimitrado y rígido...
Yo te animo con arquitectura. Te gusta de verdad, no pienses en qué trabajo obtendrás, piensa en lo que quieres. No todos los arquitectos son despiadados conspiradores.
Y si no, te vienes conmigo por el mundo, a conquistarlo y ya verás que no te falta trabajo jajajaja
¿Salir? Lo veo difícil...
ResponderEliminarY hablar con Victor... Mmm... Si es que sólo hablará él jejeje. No creo que sirva de mucho; es como esas charlas que nos daban estos años para decidir sobre bachiller. Al final cada uno hácía lo que quería.
Me ha hecho gracia eso de los arquitectos despiadados xD Lo voy a intentar, aunque no tengo ánimos para conseguirlo, sinceramente.
Creo que la mejor opción es irme contigo a dominar el mundo... Síp, sip, definitivamente. Repartes el mundo y me das para gobernar seis o siete paises... Ya verás como se terminaba la crisis... jajajajajajajajaja